CUMBIA
“Yo me llamo cumbia, yo soy la reina por
donde voy no hay una cadera que se esté quieta donde yo estoy
mi piel es morena como los cueros de mi tambor
y mis hombros son un par de maracas que besa el sol”.
Por María del Pilar
Jiménez González
DEFINICION:
Derivada del vocablo africano "Cumbé" que significa jolgorio o fiesta. La cumbia es un ritmo Colombiano por excelencia, cuyo origen parece remontarse alrededor del siglo XVIII, en la costa atlántica de este país, y es el resultado del largo proceso de fusión de tres elementos etnoculturales como son los indígenas, los blancos y los africanos, de los que adopta las gaitas, las maracas y los tambores.
Derivada del vocablo africano "Cumbé" que significa jolgorio o fiesta. La cumbia es un ritmo Colombiano por excelencia, cuyo origen parece remontarse alrededor del siglo XVIII, en la costa atlántica de este país, y es el resultado del largo proceso de fusión de tres elementos etnoculturales como son los indígenas, los blancos y los africanos, de los que adopta las gaitas, las maracas y los tambores.
Su lejano origen se
entreteje en la historia latinoamericana cuando una vez agotadas las
fuerzas indígenas para los trabajos de explotación de las
minas y otras rudas labores, los españoles resuelven importar
negros. De la mezcla de esos tambores africanos y la romanza
española, nace la cumbia.
En los tiempos de
Simón Bolívar (1800), este alegre ritmo caribeño
tomó forma en la parte alta del valle del río Magdalena,
siendo su epicentro la ciudad de El Banco (Magdalena). Sin embargo, el
lugar exacto de su origen, es hoy aún tema de polémica,
pues como lo dice la canción YO ME LLAMO CUMBIA: , “Yo
nací en las bellas playas Caribes de mi país; soy
Barranquillera, Cartagenera, yo soy de ahí; soy de Santa Marta,
soy Monteriana pero eso sí: ¡yo soy colombiana, o tierra
hermosa donde nací!”
En definitiva, este ritmo
creado en el Caribe Colombiano, logra su verdadera difusión en
Barranquilla, ciudad porteña situada en la desembocadura del
río Magdalena, donde cada año se lleva a cabo el
célebre carnaval que con diferentes bailes, rinde homenaje a la
cumbia.
Siempre imitada y jamas
igualada. Considerada por muchos la reina de los ritmos
afrocaribeños; combinación de tambores africanos,
melodías criollas y danzas indias; la cumbia, es la
expresión más pura del mestizaje colombiano.
EVOLUCION:
A partir de los años
treinta, la difusión de este género lo obliga a
transformarse para lograr penetrar en la estética musical de las
clases acomodadas y medio altas de la sociedad urbana colombiana, y
también en algunos sectores de la sociedad rural que
consideraban este ritmo indigno e insignificante.
De la cumbia que en su forma
auténtica era exclusivamente instrumental, y fue interpretada
por muchos grupos gaiteros a través de la costa caribe
colombiana, se pasó a la cumbia con letras incluidas,
evolucionando al punto de incluir acordeón y más tarde
instrumentos electrónicos y orquestación completa. La
cumbia orquestada, es decir, la cumbia moderna, adquirió un
ritmo encantador que se comenzó a escuchar en clubes, fiesta y
millones de hogares.
Para las clases populares
fervientes de la cumbia, este hecho significó, una toma de
conciencia sobre el hecho de que su música si pudo ser
legitimada, digna de ser tomada en cuenta como una forma de arte, sin
ningún complejo de inferioridad respecto a otras expresiones
musicales.
En los últimos
años ha aumentado el interés por la herencia musical de
este ritmo, y muchos jóvenes han tomado las gaitas, maracas y
tambores, como base fundamental de sus composiciones, en donde el ritmo
es impuesto por el tambor costeño.
GENERO MUSICAL:
La cumbia nace al mezclar
los sonidos la flauta de millo o bambú, la gaita, el guache, las
maracas y los tambores que son: Tambor llamador (macho), Tambor alegre
(hembra), Tambora.
La cumbia es en tiempo
simple binario (2/2 o 2/4) y está caracterizada por la
acentuación en contratiempo. Comienza siempre en un salto
ascendente realizado por el millo; enseguida entra la tambora que
alterna el paloteo sobre el tronco del tambor con los golpes sobre las
membranas, y posteriormente el llamador y el alegre.
El llamador, tiene la función de base, siguiendo una pulsación regular en contratiempo al unísono con el guacho que es sacudido a lo alto en los tiempos débiles y hacia abajo en los fuertes, subrayando la escansión rítmica binaria y acentuando el off beat. El tambor alegre tiene función improvisadora, durante la pieza ejecuta un modulo rítmico de base, con breves variaciones al final de la frase.
El ritmo presente intervalos
de revuelos, es decir, intervenciones rítmicas virtuosas
extemporáneas, permitidas a todos los instrumentos, con el fin
de llevar el ritmo al clímax, desarrollando así, la misma
función incitante de los gritos. Entre tanto, el llamador,
continua manteniendo una pulsación constante.
El llamador, tiene la función de base, siguiendo una pulsación regular en contratiempo al unísono con el guacho que es sacudido a lo alto en los tiempos débiles y hacia abajo en los fuertes, subrayando la escansión rítmica binaria y acentuando el off beat. El tambor alegre tiene función improvisadora, durante la pieza ejecuta un modulo rítmico de base, con breves variaciones al final de la frase.